Es frecuente también recurrir a mediación familiar por algunos conflictos surgidos en familias en las que conviven hijos biológicos e hijos adoptados. Es posible que existan ‘rivalidades’ ocasionales entre hermanos de diferentes orígenes biológicos, como puede observarse en cualquier familia, pero quizás con un sentimiento de no pertenencia agravado en la persona adoptada.
Los padres en estas ocasiones suelen posicionarse, de manera inconsciente, en el trato puntual de los hijos (generalmente, a favor del hijo adoptado), por lo que incrementa el conflicto entre los hermanos. También pueden aparecer en los padres sentimientos ambivalentes sobre la educación de sus hijos.